Sala II
Museo de Sitio En esta salase observan los aspectos principales de la religión que mantuvo Culhuacán como centro ceremonial de gran importancia, pues a pesar de su condición tributaria por el dominio de México-Tenochtitlan, era considerado un pueblo de gran influencia en todos los señorios de la zona lacustre. Es así como destacan piezas de gran valor por su originalidad como la diosa Chicomecóatl (siete serpiente) o de las mazorcas de maíz(Sahagún) esculpida en basalto volcánico, así como objetos de barro moldeadas que eran ofrendadas en las fiestas dedicadas a los cultos de la fertilidad, la agricultura y el agua.
Se encuentran también elementos que muestran las actividades de la vida cotidiana y doméstica que fueron representativas como los oficios tradicionales que desarrollaron con maestría los culhuacanos tales como: La Lapidaria (el pulido y tallado en piedra), la cestería y desde luego, la agricultura chinampera, así como la extracción de sal.