Históricamente, el Ex Convento ha sido un destacado lugar de investigación e interacción cultural con su entorno. Fue sede del Seminario de Lenguas Indígenas durante el período colonial; y con la secularización de las fundaciones religiosas el inmueble tuvo varios usos: casa parroquial, cuartel militar, escuela pública y local de la mayordomía del pueblo de Culhuacán.
Este Convento fue fundado como centro evangelizador, por la orden de los frailes agustinos y su edificación se registra en el siglo XVI entre la década de 1560 y 1570.
En él se pueden apreciar elementos de carácter histórico, arquitectónico y artístico-religioso.
El edificio corresponde en su arquitectura a la forma clásica de las edificaciones conventuales de la época, es decir, que está conformado por un claustro de dos plantas construidas con piedra de basalto volcánico (recinto), con un estilo renacentista de gran sobriedad; sin embargo, cabe resaltar la riqueza de la pintura mural que aún puede apreciarse en los frescos realizados en ambas plantas; que expresan temas religiosos, tales como escenas donde se representan pasajes de la vida de cristo, la adoración de los Reyes Magos, Mártires Agustinos, así como santos de la iconografía cristiana, de estilo barroco-plateresco, la maestría y excelencia de la mano de obra indígena.